¿De verdad necesitas una tarjeta de crédito para estudiantes?

Seguramente en la universidad te han ofrecido tramitar tu primera tarjeta de crédito, pero ¿de verdad te conviene tenerla? Déjame decirte la respuesta, aquí encuentras los pros y los contras.

En México los bancos tienen dentro de su oferta, tarjetas de crédito de bajos requisitos que van dirigidas principalmente a personas que buscan tramitar su primer plástico y que quizá no cuentan con ingresos comprobables. En este grupo se encuentran los estudiantes jóvenes, que tienen entre 18 y 23 años de edad y quienes, según una nota de Saúl Hernández en El Universal, ganan o reciben 6 mil 870 pesos al mes.

A la hora de tomar la decisión de tramitar tu primera tarjeta de crédito, siempre hay puntos a favor y en contra, entre los principales están:

Ventajas de tener una tarjeta de crédito desde la universidad

Dinero disponible siempre

No pienses mal, tener dinero a la mano no significa tener que gastarlo. En el momento que aceptas tu tarjeta de crédito, debes asumir que los gastos que tengas no los financiarán tus padres sino el banco, por lo que medir tus compras es algo que debes de hacer si no quieres acabar endeudado sin poder Tener este plástico, más que tener dinero, es una oportunidad para aprender a manejar tus gastos y empezar a conocer qué es necesario comprar y qué no lo es. Así que piénsalo dos veces y si tu decisión sigue siendo “sí”, adelante, tan solo ten en cuenta estos consejos.

Los bancos te conocen y te empiezan a querer

Una regla muy sencilla, si pides algo regrésalo. Si tramitas una tarjeta de crédito, debes cumplir en tiempo y forma con los pagos. Normalmente, para las tarjetas de crédito de bajos requisitos, las cuotas a liquidar son de poca cantidad. Si cumples bien con los pagos al banco, estás fortaleciendo tu relación con la institución y por lo tanto, generas confianza que te servirá para solicitar más dinero u otros productos financieros después.

Contras de tener una tarjeta de crédito desde la universidad

La gente joven tiende a ser muy impulsiva

Las compras por impulso son una actividad usual en los jóvenes. ¿No te gustaría tener el recién filtrado iPhone 8? Imagina que salió el día de ayer y tienes una tarjeta de crédito con el dinero exacto para comprarlo, ¿lo pagarías? Estas y muchas otras tendencias como la ropa de moda, los conciertos, “ofertas únicas” y trucos que la mercadotecnia aplica, son tentaciones que necesitas frenar y cuestionar: Uno, ¿necesitas justo ahora ese teléfono?; dos, ¿realmente tienes recursos para pagarlo (sin el dinero prestado del banco ni de tus papás)? Saber controlar estos momentos de impulso es la clave para definir si puedes tener o no una tarjeta de crédito en tus manos. Aprovecha los descuentos, compra cosas de moda pero solamente si las necesitas y podrás liquidarlas antes de la fecha de corte. Recuerda que muchas veces los préstamos generan intereses y terminas pagando mucho más de la cantidad original.

Fraude

Al igual que ocurre con las personas adultas de muchas experiencia con las tarjetas de crédito, también puede darse el caso de que clonen los datos de tu tarjeta y hagan pagos en tu nombre, aumentando tu deuda y afectando tus finanzas seriamente. Para evitar estos fraudes es importante que cuides muy bien tu información y bajo ningún motivo compartas tus datos confidenciales. Usa las aplicaciones móviles que tienen los bancos para monitorear con frecuencia los cargos y abonos que se hacen a tu cuenta.

Toma en cuenta estos puntos. Solicitar una tarjeta de crédito o un préstamo cuando eres estudiante no está mal, el problema es identificar si puedes o no con esa deuda, sé responsable en todo momento y enséñale a tus papas que puedes endeudarte y pagar tú solo.

Vía Forbes


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