El empeño es una forma sencilla y rápida de financiamiento ante eventualidades; revisa las tasas cobradas y los plazos ofrecidos.
Si piensas que tus abuelos, papá, mamá o tíos son los únicos que empeñan, te equivocas. También los millennials lo hacen.
Aunque uno puede pensar que la generación del milenio menosprecia prácticas como el empeño, las crisis monetarias dicen algo muy distinto.
Según un estudio de la consultora PriceWatherhouseCooper, en los últimos cinco años, 42 por ciento de los millennials ha recurrido a casas de empeño como opción de financiamiento.
Empeñar resulta a estos jóvenes una opción atractiva dado que el trámite es relativamente sencillo y no depende del historial crediticio.
Los nacidos entre la década de los 80 y 90 del siglo pasado valoran los relojes, cadenas de oro y aretes, pero sus grandes inversiones personales incluyen otros objetos menos tradicionales, más funcionales y con mayor depreciación: los gadgets.
Por otro lado, el “empeño” puede ser el motor que impulse el arranque de un negocio propio.
La población mexicana suele percibir al empeño como una actividad que sólo está dirigida para ciertos sectores, lo cierto es que pequeños y grandes empresarios, emprendedores, madres de familia, estudiantes y hasta viajeros, recurren al préstamo prendario como un aliado incondicional a la hora de enfrentar adversidades.
Las tendencias y novedades del sector prendario, ante el cambio disruptivo proveniente de las nuevas formas de consumo en México, están trayendo a nuevos usuarios y nuevos activos para empeñar, los cuales tienen un valor para las nuevas generaciones, dijo Luis Enrique Padilla, director de operaciones de Nacional Monte de Piedad.
UNA TRADICIÓN
Cada vez que nos encontramos en una situación económica difícil, intentamos acudir a una solución inmediata que nos permita obtener un poco de dinero para hacer frente a la descapitalización, o bien, atender alguna urgencia que implique gastos que no pueden ser postergados.
Padilla Azarcoya, explicó que el préstamo prendario o empeño, es una herramienta de financiamiento que existe desde hace siglos como una vía de negociación que permite a ambas partes llegar a un acuerdo.
La primera otorga una cantidad de dinero en efectivo que corresponda al valor de alguna prenda perteneciente a la contraparte, es decir, es un intercambio monetario que tiene como garantía una prenda.
“Es así como los objetos personales pueden ser considerados para el intercambio prendario, y pueden ser desde un reloj de mano, celulares, pantallas, computadoras, dispositivos móviles, hasta un automóvil”, precisó el directivo.
TOMA EN CUENTA
-De acuerdo con Nacional Monte de Piedad, la tasa de interés, por ejemplo, por empeñar un automóvil es de 4 por ciento mensual.
-Tienes desde tres hasta 12 meses para liquidarlo.
-Para otros productos la tasa es de 3 por ciento mensual en promedio.
Vía El Financiero