Siempre se le ha otorgado la gran responsabilidad a las mujeres del manejo del dinero. Sin embargo, hoy todos deben de saber cómo manejarlo, sin importar el género, edad o profesión.
En la escuela nos han enseñado de todo, desde leer hasta cálculo… pero, ¿y a manejar nuestro dinero? ¿a ser plenos? Es un tremendo defecto de los sistemas de educación del país, no enseñarnos sobre el manejo del dinero, que tanta falta nos hace.
Pero, ¿por qué hablar de finanzas personales y negocios para la mujer? La respuesta es simple: hay conocimientos que deberían tenerse, sin importar la edad y el género. Sin embargo, al acercarnos a los casos particulares, las finanzas personales son exactamente eso, “personales”, no existen fórmulas mágicas, lo que le sirve a una podría no funcionarle a otra.
No puede manejar el dinero, de la misma manera, un adolescente, un adulto o un anciano. En el caso del género también existen diferencias; de hecho, la mujer enfrenta retos mayores y particulares en el manejo de su dinero, sean amas de casa, profesionistas, emprendedoras o empresarias de cualquier edad y aquí veremos por qué.
En la actualidad, en promedio, las mujeres ganan menos que los varones, tienen más pausas en su vida laboral, son más longevas (por lo que su retiro debe ser mejor planificado), son cada vez más independientes, aportan más en las relaciones de pareja.
En cuestiones del manejo de dinero se inculca en los hijos, administran las finanzas del hogar y sufren de enfermedades, exclusivas del género, que requieren seguros especializados. Además de una larga fila de cosas, que hacen que la educación financiera en la mujer sea indispensable para no caer en las garras del desastre económico personal y familiar.
Así que, como vez, el adecuado manejo de tus finanzas personales impactará de forma positiva en ti, en tu familia y en la sociedad.
Ahora, entendamos que nuestras conductas y opiniones sobre el dinero son inculcadas desde la cuna por nuestros padres, por el círculo social en el que nos desenvolvemos, por nuestros estados de ánimo y por nuestra experiencia personal. El primer paso para tener una buena relación con nuestro dinero es hacernos algunas preguntas básicas, como:
- ¿Qué es lo que pienso acerca del dinero?
- ¿El dinero es sucio?
- ¿Me gusta cómo lo gano?
- ¿La gente con dinero es mala?
- ¿Lleno los huecos emocionales con cosas materiales?
- ¿Me ha funcionado bien la manera de administrar mi dinero?
¡Piénsalo!, muchos de nuestros descalabros financieros vienen de concepciones erróneas y prejuicios al respecto del dinero, que nos hacen meternos el pie a nosotros mismos. Por lo que aquí te dejo algunos tips para que comiences a mejorar tu relación con los billetes.
- Gánalo trabajando sólo en lo que te guste
- Deja de pedirlo como si fueras un pequeño
- Aprende a hacer que el dinero trabaje para ti y no al revés
- Cuida que lo que produzcas sea benéfico para ti, los demás y la naturaleza
Recuerda que el dinero no es un fin en sí mismo, sino un medio, uno de tantos que puede acrecentar o minar nuestra felicidad. Dale la importancia necesaria para que no importe demasiado, y ya saben, para tener finanzas sanas hay que tener una buena relación con nosotros mismos.
Vía Entrepreneur