El sector padece una grave enfermedad: cáncer de ilegalidad, de contrabando y de subvaluación amenazan de muerte a la industria textil
Atrás quedaron los crecimientos de la industria textil y del vestido de 4.8% y de 6.3% en los años 70 y 80. Hoy, el sector enfrenta una caída generalizada, que se ha agravado los últimos meses, producto de un mercado interno debilitado por un entorno de ilegalidad, de contrabando y de precios asiáticos muy agresivos, producto de cuestionables políticas industriales, comerciales, cambiarias y de una laxa normatividad en materia ambiental y laboral en los países de origen, donde destacan China, Tailandia, Bangladesh y Vietnam.
Esto le ha provocado una grave enfermedad a la industria: cáncer de ilegalidad, de contrabando y de subvaluación y, si no se actúa de manera inmediata, se va a morir el paciente, aseguran industriales de la cadena fibra-textil-vestido.
“La ilegalidad, el contrabando y la subvaluación han sido un cáncer en la industria, y la única forma de erradicarlo es como el presidente Andrés Manuel López Obrador lo está enfrentando, y esto es extirpando por completo este cáncer del sistema, eliminando la corrupción”, dijo José Cohen Sitton, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), durante su participación en el III Encuentro Nacional de la Cadena Fibra-Textil-Vestido, realizado en marzo pasado.
Y el Tratado Integral Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP) será la prueba de fuego para el nuevo gobierno, que se ha comprometido a proteger la industria nacional, en especial la cadena fibra-textil-vestido, ya que este acuerdo comercial abrirá el mercado mexicano a Vietnam, cuya economía no es de mercado y su industria se maneja con empresas paraestatales, entre otras prácticas de subsidios a toda su producción.
En 2017, la balanza comercial Textil-Confección de México con Vietnam resultó negativa, toda vez que las importaciones de ese país sumaron 229.4 millones de dólares (mdd) y las exportaciones apenas ascendieron a 1.8 mdd. El año pasado, la diferencia creció aún más, alcanzando los 278.6 mdd, pues las importaciones totalizaron 281.3 mdd y las exportaciones de México fueron de apenas 2.7 mdd.
Lo mismo sucedió con Canadá, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú y Singapur, países que forman parte del CPTPP, aunque la diferencia fue mucho menor a la de Vietnam en ambos años. Y esto es apenas el comienzo.
“Esta negociación tiene contenida una Lista de Escaso Abasto (permite el uso de insumos de cualquier procedencia, incluida China, porque no se producen en la región), que no es otra cosa que una negociación muy perversa, ya que precisamente de toda esta lista hay abasto suficiente en el país y, sin embargo, por medio de esta lista hoy podrán entrar a nuestro país mercancías no originarias con cero arancel”, indicó Cohen Sitton.
El presidente de la Canaintex adelantó que la entrada en vigor de este Tratado, el pasado 30 de diciembre, le implicaría al sector textil y de la confección una pérdida de más de 360,000 empleos directos, formales e informales en los primeros cinco años.
De ahí que el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Alfonso Romo, se comprometiera a estudiar el CPTPP, para ver cómo afecta a cada sector y tanto el gobierno como la industria puedan prepararse.
“Vamos a proteger en lo que podamos la industria nacional dentro del marco de los acuerdos. En esta nueva política industrial, si nos tenemos que equivocar, nos vamos a equivocar más protegiendo que desprotegiendo”, sostuvo el también empresario, durante el III Encuentro Nacional de la Cadena Fibra-Textil-Vestido.
Y en lo que la Oficina de la Presidencia de la República hace dicho análisis, la Secretaría de Economía anunció en marzo pasado la imposición de un arancel del 30% a las importaciones textiles que procedan de países con los que México no tiene tratados de libre comercio, por un periodo de seis meses. De esta forma se protegería a la industria nacional de las prácticas desleales de China y otros países asiáticos.
“Esta decisión claramente es acorde al Plan Nacional de Desarrollo, en donde uno de sus principales objetivos es generar Política Industrial para generar empleo, incrementar la producción, incrementar el contenido nacional de calidad y altamente competitiva. Esto genera confianza y la confianza genera inversión que es la que detona el desarrollo de la economía”, comentó Cohen Sitton.
Sector clave
La industria Textil-Confección es un sector clave para la economía del país y puede ser la gallina de los huevos de oro, asegura el presidente de la Canaintex.
Y el gobierno lo sabe. Para empezar, representa el 10% del PIB manufacturero y genera un millón 300,000 empleos en su conjunto, de los cuales el 80% son ocupados por mujeres.
Las exportaciones textiles el año pasado cerraron en 6,600 millones de dólares (mdd), lo que representó un incremento del 6% en comparación con 2017, gracias a la guerra de aranceles entre Estados Unidos y China.
México es el decimotercer exportador a nivel mundial, el sexto proveedor de EU y en muchos productos es primer lugar, como en pantalones de mezclilla, en donde uno de cada tres pantalones que se consumen en Norteamérica, son hechos en México. También en playeras, una de cada 10 se produce en nuestro país.
Además, el contenido nacional como sector es de los más altos, pues representa el 37%.
De hecho, uno de los objetivos de la política industrial del nuevo gobierno es incrementar el contenido nacional de cada industria hasta 25%. “México es el primer exportador de plasmas del mundo, pero el contenido nacional es de solo 3%. Lo mismo sucede con la industria electrónica, donde el contenido nacional es de apenas 8%. Tenemos que hacer que esto cambie y para ello vamos a apoyar a las empresas que inviertan en México, tanto nacionales como extranjeras. Si todos jalamos juntos, vamos a lograr que la economía crezca a una tasa del 4%”, indicó Romo, en el evento textil.
Mercado interno, el gran perdedor
En el mercado interno, cuyo valor supera los 35,000 mdd, la industria textil ha sido el gran perdedor por las importaciones ilegales, trianguladas y subvaluadas. “Hemos perdido participación de mercado; yo estimo en no menos de un 15%”, reconoció Cohen Sitton.
Y es que, aunque la industria es un sector importante y relevante para la economía del país, esta ha enfrentado un problema sistemático de corrupción y colusión en los últimos 30 años.
“El empleo, a pesar de estar compuesto por 1’300,000 empleos, lamentablemente más del 60% está en la ilegalidad y en la informalidad, con una pseudoindustria paralela. Esta industria ilegal se suministra de materia prima e insumos robados, subvaluados, contrabandeados o hace mal uso de programas sectoriales, como el Programa para la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (INMEX), entre otros”, explicó el presidente de la Canaintex.
Estas prácticas y, en especial, la subvaluación –comentó el directivo– ha mermado, ha lesionado y sigue lesionando a la industria, ya que hoy una de cada tres prendas que ingresan al país entran subvaluadas y un porcentaje importante de esta subvaluación entra a valores que ni siquiera cubren los costos de precios internacionales de las materias primas. “Muchas de estas operaciones, a través de empresas con programas INMEX Certificadas, incluso, son Operadores Económicos Autorizados”.
En triangulación, la industria pide vigilar las importaciones de países sin tratado a países con tratados para evadir el pago de arancel. “Como ejemplo, las importaciones de vestido se han incrementado 8% en los últimos años, siendo esto una clara triangulación”, mencionó Cohen Sitton.
Esta corrupción y colusión, sostuvo el presidente de la Canaintex, ha llegado a extremos y la ambición de estos traviesos, como les llama el presidente Andrés Manuel López Obrador, no ha sido suficiente, ya que en los últimos años uno de los principales consumidores de facturas de empresas fantasma tristemente son estas pseudoempresas textiles y del vestido, pues por medio de la compra de una factura de una empresa fantasma, estas mercancías tienden acceso a los canales formalmente establecidos, en donde el único objetivo es reclamar el IVA y robárselo al erario público, desplazando la industria formal de su canal natural.
Luz al final del camino
“La situación es grave, el nivel de informalidad ha alcanzado récords históricos, el nivel de subvaluación, de contrabando y de ingreso ha llegado a límites insostenibles”, subrayó Cohen Sitton.
Sin embargo, las expectativas para el sector son positivas, ya que tanto el gobierno como la industria buscan el mismo objetivo: erradicar la corrupción, la ilegalidad, trabajar en un marco de formalidad, generar empleo, confianza y certidumbre.
“El 2018 fue un año complicado, sin crecimiento en el mercado interno y con mucha incertidumbre, pero de darse las medidas muy concretas contra la ilegalidad, contra el contrabando, podríamos ver este año un repunte inmediato de la industria, con un crecimiento de 5%. Además, se estarían creando 150,000 nuevos empleos directos en los primeros tres años”, estimó el presidente de la Canaintex.
Tecnología, clave para sobrevivir
Pero la sobrevivencia del sector no depende solo de las acciones que implemente el nuevo gobierno para combatir la ilegalidad, el contrabando y la subvaluación, sino también de lo que haga el propio sector para ofrecer un mayor valor agregado y para ello se necesita invertir y transformarse.
Y el año pasado, las inversiones del sector fueron muy conservadoras, muy por debajo de los 400 mdd que se invirtieron en 2015.
Para Víctor Rayek Mizrahi, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE), la industria tiene muchas fortalezas, como la creatividad, la capacidad de renovar sus productos, de entender e interpretar las señales del mercado.
Sin embargo, reconoció que esto ya no es suficiente, y que se tienen que reforzar las inversiones en tecnología para así ofrecer un mayor valor agregado. “Debemos ser lo suficientemente hábiles para anticipar los gustos del consumidor, la industria 4.0 no puede permanecer solo como un concepto, debe ser parte de nuestra transformación y nuestros planes de inversión”.
Ernesto Acevedo Fernández, subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, coincidió, al asegurar que el mundo global exige alcanzar un nuevo estado de modernización para el sector, uno acorde con el libre comercio, la competitividad y la innovación.
Vía Alto Nivel