La confianza de los inversionistas = la principal víctima del pacto Trump-México

El trato que puso fin a una disputa comercial entre México y Estados Unidos puede dañar la confianza de los inversionistas, advierten especialistas.

La imposición de aranceles a las importaciones mexicanas con la que amenazó el presidente Donald Trump, se evitó de último minuto, sin embargo las presiones sobre México continuarán , una situación que es poco satisfactoria para los inversionistas y para el comercio.

Como apunta Paul Donovan, economista en jefe de UBS, parafraseando un dicho conocido: la confianza tarda años en construirse, pero minutos en derrumbarse: “Aún con un acuerdo hay un daño. La confianza en el sistema de comercio pudo haber sido lastimado”, añadió.

A sólo días de haber logrado un acuerdo con México para evitar la imposición de aranceles a productos mexicanos, Trump lanzó una nueva amenaza: los gravámenes regresarán si no se ratifica un acuerdo de inmigración en el Congreso mexicano.

A finales del mes pasado, Trump amenazó con imponer aranceles a los productos mexicanos enviados a Estados Unidos, que iniciarían el 10 de junio, con un 5% hasta alcanzar un 25% en octubre, si México no detenía la inmigración ilegal a través de su frontera.

El viernes pasado, la amenaza fue cancelada tras lograr un acuerdo sobre la inmigración, el cual aún no son públicos los detalles. A grandes rasgos, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, explicó que el trato contempla: el despliegue de elementos de la Guardia Nacional y que México sea el primer país de asilo para los migrantes que buscan cruzar la frontera estadounidense.

Aún así, la amenaza sigue latente, pues en 45 días se revisarán los progresos y si no son considerados satisfactorios para el gobierno estadounidense, Trump, quien busca la reelección para 2020, reactivaría la imposición de aranceles.

“Obviamente tiene que ver con la elección de Estados Unidos”, dijo Héctor Villarreal Páez, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) “Aún sin los aranceles, en términos de incertidumbre puede dejar cierto daño a mediano plazo (…) la pregunta es qué efectos va a tener en el ánimo de los inversionistas”, agregó Villarreal.

Aún antes de esta amenaza arancelaria, el ritmo de las inversiones no pasaba por su mejor momento. De acuerdo con Jorge Velarde, académico de la EGADE Business School, una de las primeras reacciones de los inversionistas en los primeros meses del año fue frenar las inversiones.

Este resultado se reflejó en las cifras del primer trimestre de 2019. La Inversión Extranjera Directa se ubicó en 12,644 millones de dólares (mdd), un crecimiento de 7%, siete puntos porcentuales por debajo de lo registrado para el mismo periodo del primer año del sexenio pasado.

Esta desaceleración en el capital extranjero estuvo acompañada por una baja en la inversión de empresas en equipo y maquinaria de origen nacional e importado.

Esta inyección de capital, denominada Inversión Fija Bruta, tuvo una baja a una tasa anual de 6% anual, mientras que la inversión pública no da señales de una reactivación, frente a todos los recortes que reporta el gobierno mes con mes en las finanzas públicas.

“La primera reacción de los inversionistas es frenar inversiones”, dijo el académico Jorge Velarde. “Lo que se tiene que hacer es continuar con la disciplina económica, y en la medida que haya mayor certidumbre fluirán las inversiones”, agregó.

Vía Expansión


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