La mayoría de la población entre 19 y 26 años percibe menos de 99 pesos diarios, además pocos tienen acceso a prestaciones laborales, según un informe de Coneval.
La población joven de México de los 19 a 26 años sobrevive con ingresos por debajo de los 99 pesos diarios y con escaso acceso a prestaciones sociales.
El 50.6% de los jóvenes tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar que es equivalente a percibir menos de 99 pesos diarios para quienes viven en ciudades, y menos de 63.8 pesos diarios para quienes viven en zonas rurales.
Este nivel de ingresos no permite a los jóvenes cubrir el valor de una canasta alimentaria, vivienda y vestido y servicios básicos (transporte, salud, educación y cultura), refiere el Informe.
Los bajos ingresos encuentran una relación con un alto porcentaje de jóvenes que son “desempleados desalentados”, ya que no encuentran trabajo acorde con su nivel de estudios y, por lo tanto, deciden no buscar trabajo o dedicarse a otras actividades.
El Coneval refirió que en las últimas dos décadas los ingresos de los trabajadores con mayor escolaridad han disminuido, lo que implica que el nivel de estudios no se materializa en mayores ingresos, lo que tiene efectos sociales y políticos negativos, refirió el Consejo.
Si bien existe poca estabilidad laboral en México, en general, el sector joven se ha visto más afectado por esta situación, la cual genera inseguridad en el empleo, menor acceso a capacitación y a las prestaciones asociadas a la permanencia, como una pensión al final de la vida laboral.
“Dicha situación perfila un panorama poco alentador para la presente generación de jóvenes, dado que en el futuro dependerán de los niveles salariales y su capacidad de ahorro para enfrentar la vejez”, señaló el Coneval.
Poca seguridad social
Además de lidiar con bajos ingresos, los jóvenes mexicanos tienen acceso restringido a prestaciones laborales.
El 41.2% de los jóvenes ocupados no tiene ningún tipo de prestación laboral, este reducido acceso se relaciona con que el 59.9% de la población ocupada de este segmento poblacional se desempeña en la informalidad, refiere el documento.
El indicador de carencia por acceso a la seguridad social entre los jóvenes es el más alto de todos los segmentos poblacionales con 64%, y es el que mantiene una mayor brecha con el promedio nacional de 55.8% en 2016.
El Coneval detalló que sólo el 35.4% de la población joven ocupada tiene acceso a servicios médicos por prestación laboral; el 24.5% puede pedir incapacidad por enfermedad o maternidad con goce de sueldo, y solo el 27.4% tiene acceso directo a la seguridad social.
Para el futuro el panorama no es alentador considerando que solo una baja proporción de esta población ahorra para el retiro.
Sólo 24.8% de los jóvenes a nivel nacional se encuentran inscritos en alguna de las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE).
Esta condición se agrava en el ámbito rural, en donde el 9.8% está inscrito a este sistema, cuando en las zonas urbanas el índice es de 29.4%.
Para cambiar esta situación y brindar mejores oportunidades, el Coneval recomendó fortalecer el sistema educativo y fomentar la inserción laboral de los jóvenes en el sector formal para cerrar brechas de pobreza y generar igualdad de oportunidades.
“En particular, la oferta educativa debe promover, entre otras cosas, la formación integral de la persona y conocimientos orientados a las necesidades del mercado laboral”, culminó.
Vía Expansión