“China tendrá que tomar las contramedidas necesarias”, dijo un portavoz del Ministerio de Comercio de China en un comunicado, y agregó que “todas las consecuencias serán asumidas por Estados Unidos”.
China “básicamente tiene muy pocas buenas opciones”, dijo Julian Evans-Pritchard, economista senior de China en Capital Economics. “En términos de devolver el golpe directamente a Estados Unidos, es bastante difícil hacerlo sin hacerse daño”.
Esto es lo que China podría hacer ahora.
Devolver el golpe con aranceles
China ha respondido previamente con sus propios aranceles sobre productos estadounidenses. Respondió a la última escalada de Trump en mayo elevando los aranceles sobre productos estadounidenses por un valor de 60,000 millones de dólares del 10% al 25%.
Pero China compra mucho menos a Estados Unidos de lo que vende, lo que significa que solo tiene bienes por un valor de 120,000 millones de dólares que atacar. Washington puede gravar alrededor de 540,000 millones de dólares de importaciones chinas.
‘Es probable que China tome represalias con una combinación de medidas arancelarias y no arancelarias, dado que tiene una pista mucho más corta en lo que respecta a aranceles”, dijo Darren Tay, analista de riesgo país de Asia en Fitch Solutions.
Y la mayoría de las exportaciones estadounidenses que China aún no ha atacado son productos de alta tecnología que no pueden ser sustituidos fácilmente, de acuerdo con Evans-Pritchard.
“Imponer aranceles sobre muchos de esos productos en parte sería infligirse una autolesión”, agregó.
Restringir el suministro de tierras raras
Una de las ventajas de China en la guerra comercial es su casi monopolio sobre un grupo de minerales sin el cual la industria tecnológica mundial no puede vivir.
China controla más del 90% de la producción mundial de tierras raras, 17 minerales con propiedades magnéticas y conductoras que impulsan la mayoría de los dispositivos electrónicos. También representó el 80% de todos los minerales de tierras raras importados por Estados Unidos entre 2014 y 2017.
Recientemente, Beijing ha estado apuntalando su industria de tierras raras y emitiendo amenazas poco veladas de que podría frenar las exportaciones de minerales. Los medios estatales chinos publicaron un comentario hace dos meses con las palabras: “No digan que no se los advertimos”.
“Eso probablemente tendría un mayor impacto en el corto plazo, pero causaría mucho daño colateral a los otros socios comerciales de China, particularmente a Japón, que es el principal importador de minerales de tierras raras”, dijo Evans-Pritchard.
Las acciones de tierras raras en Asia se dispararon el viernes horas después de que Trump anunciara los nuevos aranceles, y los inversores especulan que los precios podrían subir si China restringe el suministro.
Vía Expansión