Te compartimos cinco prácticas comunes en los negocios que pueden servirte para administrar mejor tu capital.
Cuando estaba en la universidad, me enamoré de las tarjetas de crédito y me gradué con una adicción. Mi hábito fue creciendo conforme ganaba más dinero. Para cuando cumplí 30 años, tenía más de $35,000 dólares de deuda y una gran hipoteca que pagar.
Eventualmente, decidí voltear las cosas. Pero esto no ocurrió de la noche a la mañana; me tomó varios años controlar mi dinero y esto fue posible cuando entendí que debía tratar mis finanzas personales como las de mi negocio. No fue fácil traer el frío rigor del costo-beneficio a mi vida diaria, pero el resultado fue que ya no trabajaba más para pagar deudas.
Te comparto cinco formas en las que tú también lo puedes hacer:
Monitorea tus gastos
Conforme fui saliendo de las deudas, el monitoreo de los gastos fue lo primero que transferí de mi negocio a mi vida personal. Empecé a escribir todas las compras que hacía, sin importar qué tan pequeñas fueran. Ahora, esto es lo importante: No lo hice para juzgarme a mí mismo. Simplemente escribí cosas para poder usar los números para identificar cuáles eran mis hábitos de gastos.
Crea un presupuesto
Los presupuestos te permiten usar la información del monitoreo de los gastos para hacer planes para el futuro. No tienes que complicarte mucho. Puedes usar esta sencilla fórmula de balance: 50 por ciento para necesidades, 20 por ciento de ahorros, 30 por ciento para deseos. ¿Qué tan simple es? Si tus gastos no siguen este parámetro, debes ir al siguiente paso.
Practica el gasto consciente
Esto significa elegir activamente a dónde se va tu dinero, exactamente igual que lo haces en tu negocio. Gastar demasiado en las cosas que te gustan y reducir costos en las cosas menos importantes. Esto ocurre automáticamente en los negocios, donde monitoreas cada centavo que gastas. Es menos probable que la gente gaste sin pensar si sabe que dejará un rastro en papel.
Conviértelo en ganancia
Tengo una teoría: Si pudiéramos reemplazar la palabra “ahorros” por “ganancias”, el mundo tendría a muchos más ahorradores motivados. Todo el mundo sabe que si una empresa gasta más de lo que gana, no podrá convertirlo en ganancias y pronto el negocio morirá. Lo mismo ocurre en las finanzas personales.
Conoce tu valor
Los negocios tienen una variedad de indicadores financieros que les permiten saber dónde están parados. No existe una razón para que no hagas lo mismo en casa; si usas un software para monitorear tus gastos, sólo se trata de generar una hoja de ingresos y una de ganancias y pérdidas.
Vía Entrepreneur