No es la primera vez que México podría echar mano de estas herramientas para hacerle frente a Trump, denominado “El hombre arancel” -por las varias amenazas y tarifas aplicadas a otros países- . Por ejemplo, en junio del año pasado, el gobierno mexicano impuso aranceles de entre 15% y 25% a productos de acero y algunos bienes agrícolas exportados desde Estados Unidos, en respuesta a gravámenes al acero y aluminio mexicanos -en los que incluía a Canadá y la Unión Europea.
La primera vía es, como ya lo mencionaba Márquez Colín, interponer una denuncia en contra de Estados Unidos ante la OMC. Pero toma tiempo. Al recibir la denuncia, un panel de solución de controversias del organismo podría emitir una resolución a favor de México, lo que le permitiría aplicar más aranceles, o sancionar al gobierno estadounidense por imponer gravámenes fuera del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), actualmente vigente. Este proceso demoraría meses e incluso años, señalaron especialistas.
“México podría denunciar comercialmente a Estados Unidos ante la OMC apelando dos principios adoptados por ambos países: el de Nación más favorecida y el de No discriminación”, escribió Horacio Vives, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
El carrusel
En 2009, el gobierno de Felipe Calderón decidió imponer un arancel a más de 100 productos, cuando Estados Unidos, durante la gestión de Barack Obama, se negaba a la entrada de camiones de carga por la frontera tal como lo estipulaba el TLCAN.
Con esta medida conocida como carrusel, el gobierno mexicano rotaba la lista de productos estadounidenses que eran gravados cada mes.
Dos años después de esta ronda de aranceles, se firmó un acuerdo para liberar la entrada a los camiones de carga.
La gama de productos a los que se les puede aplicar aranceles es variada, ya que Estados Unidos es el principal socio proveedor de México.
Los productos que más exporta Estados Unidos a México son arroz, soya, trigo, maíz blanco, leche en polvo y carne de pollo, papel, químicos, combustibles y productos de plástico, según las cifras del Departamento de Comercio estadounidense.
El factor republicano
La otra medida que tiene en su poder el gobierno de López Obrador es colocar aranceles ‘espejo’ en bienes producidos en estados afines al presidente republicano Donald Trump, quien anunció que buscaría la reelección presidencial en Estados Unidos el mismo día que amenazó con elevar los aranceles a los productos mexicanos.
México ya tiene identificados los rubros más sensibles para la base electoral de Trump, luego de que en 2018 respondiera elevando aranceles en productos específicos como lácteos, bourbon o paletas de cerdo, tras las tarifas impuestas al acero y aluminio.
“Son bienes muy específicos que le pegan a los productores de Estados Unido, y no tienen la ventaja de la apreciación del dólar”, detalló Marco Oviedo, economista en Jefe de Barclays. A estos productos se les puede aplicar un arancel similar al que ejecute el gobierno estadounidense.
Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario de México, dijo a Reuters que también podrían entrar productos como pasta de soja, maíz amarillo, arroz, pollo, papas y manzanas
Una de las consecuencias que se deben evitar es que los aranceles terminen acelerando la inflación en México, detallaron los analistas.
El gobierno de Trump amenaza con aumentar gradualmente aranceles a todos los productos mexicanos exportados a Estados Unidos, si no se detiene el flujo de inmigrantes ilegales desde la frontera sur de México. Las tarifas subirían desde un 5%, que entraría en vigor el 10 de junio, hasta un 25% en octubre.
Una delegación mexicana, encabezada por Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, arribó a Washington la noche del viernes pasado, para dialogar con funcionarios estadounidenses y buscar una solución antes de imponer los aranceles.
De acuerdo con cifras del gobierno, el daño por la imposición de aranceles sería por al menos 17,500 mdd.
Vía Expansión