Hasta ahora, el petróleo estadounidense se ha salvado de la ira arancelaria de China, incluso a medida que la creciente guerra comercial afecta a otros productos básicos estadounidenses.
China no ha sido tímida al atacar todo tipo de bienes, desde el gas natural licuado y el algodón hasta la soya. Aunque ha disminuido sus compras de petróleo estadounidense, hasta ahora los funcionarios chinos han evitado colocar aranceles directos sobre el crudo del principal productor mundial.
La decisión de no buscar problemas con el petróleo estadounidense refleja el deseo de Beijing de mantener abiertas sus opciones, especialmente a medida que disminuyen los suministros de crudo de Venezuela e Irán y aumentan las tensiones en el Medio Oriente.
“Es más seguro gravar el gas natural licuado”, dijo Ryan Fitzmaurice, estratega de energía de Rabobank. “China es un gran consumidor de petróleo. Hay un gran apetito por él a medida que las personas pasan a la clase media”.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha escalado dramáticamente en los últimos días. El viernes pasado, el gobierno de Trump elevó los aranceles sobre 200,000 millones de dólares (mdd) en productos chinos al 25%, desde el 10%. El país asiático tomó represalias el lunes, al incrementar los aranceles de aproximadamente 60,000 mdd en productos estadounidenses, incluyendo algodón, maquinaria, granos y partes de aviones.
GNL en auge, atrapado en la guerra comercial
El gas natural licuado (GNL) fue incluido en la lista de productos que ahora enfrentan aranceles del 25%, un alza del gravamen del 10% que China impuso en septiembre.
Si no fuera por la guerra comercial, China y Estados Unidos parecerían ser una combinación perfecta para el GNL, que es un gas natural súper enfriado que puede transportarse por barco. A medida que intenta mejorar su problema de contaminación, alejándose del carbón, Beijing es el mercado de GNL de más rápido crecimiento en el mundo.
Gracias al auge del esquisto, Estados Unidos tiene más gas natural del que puede manejar. Hoy, Estados Unidos es el exportador de GNL de más rápido crecimiento en el mundo.
Sin embargo, Estados Unidos ha entregado solo cuatro cargamentos de GNL a China desde que esos aranceles entraron en vigencia, de acuerdo con la consultora Wood Mackenzie. Eso se compara con 35 cargamentos durante el periodo anterior de septiembre a abril. Por lo demás, las exportaciones estadounidenses de GNL han aumentado de forma pronunciada en los últimos nueve meses, al igual que las importaciones chinas de GNL.
“Estos aranceles de represalia frenan las perspectivas de la creciente inversión estadounidense en GNL, perjudican a los trabajadores estadounidenses y benefician a los competidores extranjeros de Estados Unidos”, dijo en un comunicado el American Petroleum Institute, grupo de cabildeo que representa a la industria energética.
La decisión de China de tomar medidas enérgicas contra el GNL estadounidense refleja el hecho de que puede obtenerse de cualquier otro lugar, especialmente durante un tiempo como este, en el que los suministros son abundantes. Australia y Qatar son mayores productores de gas natural licuado que Estados Unidos, aunque se espera que Estados Unidos supere a ambos en 2022.
“El mercado del GNL se convirtió en un mercado de compradores en el último año”, escribió JBC Energy en una nota a los clientes el martes.
Importaciones récord de petróleo por parte de China
El mercado petrolero, por otro lado, se ha ajustado debido a los recortes en el suministro de la Organización e Países Exportadores de Petróleo (OPEP), los problemas geopolíticos y la fuerte demanda de China.
Las ya masivas importaciones de petróleo de China han ascendido a un récord de 10.3 millones de barriles de petróleo por día en promedio desde noviembre, de acuerdo con RBC Capital Markets.
“China ha estado invirtiendo a futuro y ha estado importando petróleo a velocidades vertiginosas”, dijo Michael Tran, director de estrategia energética global de RBC.
Parte de la épica demanda de petróleo de China normalmente sería satisfecha por Venezuela e Irán. Pero las sanciones de Estados Unidos contra ambas naciones de la OPEP, junto con la creciente crisis en Venezuela, han puesto en duda la capacidad de Beijing para obtener esos barriles.
Dadas esas preocupaciones, China ha estado acumulando unos 350,000 barriles de petróleo por día, según RBC.
“Están trabajando en un fondo para los días difíciles”, dijo Tran.
A pesar de la guerra comercial, Estados Unidos todavía envía grandes cantidades de petróleo a China, aunque a un ritmo más lento en estos días.
Las exportaciones estadounidenses de petróleo totalizaron 145,000 barriles por día en febrero, de acuerdo con las estadísticas más recientes de la Administración de Información de Energía de Estados Unido. Eso es un descenso desde el pico reciente de 510,000 barriles por día en junio de 2018.
¿Será el petróleo el próximo objetivo?
La reducción en las compras por parte de China probablemente refleja la incertidumbre causada por la guerra comercial.
“Las refinerías chinas han dudado en tomar crudo estadounidense debido al exceso de aranceles potenciales”, dijo Fitzmaurice de Rabobank.
Imponer aranceles al petróleo estadounidense podría no haber sido muy eficaz debido a que el crudo es un mercado global. Los envíos simplemente podrían ir a otra parte.
“Es de poco beneficio en una escalada de aranceles de ‘ojo por ojo’”, dijo Alan Gelder, vicepresidente de refinación, químicos y mercados petroleros de Wood Mackenzie.
Vía Expansión