La opinión de las agencias calificadoras determinan en gran medida los flujos de inversión al país. como la perspectiva de deuda soberana y de Pemex
México y Pemex enfrentan un escenario negativo en el mediano y largo plazo, las temidas agencias calificadoras de valores ya advirtieron que pueden degradar la calificación soberana y con ello provocar efectos nada gratos en la economía del país.
Guste o no, las agencias calificadoras de valores tienen mucha influencia en los flujos de los capitales e inversiones del mundo entero, México no puede sustraerse por más que el discurso oficial pretenda lo contrario, las calificadoras no hacen otra cosa más que evaluar diversos aspectos de la economía y las empresas para determinar cuál es el grado de seguridad para los capitales.
El simple hecho de que dichas agencias modifiquen su perspectiva, es decir, la óptica que tienen respecto al desempeño financiero de los próximos meses y años, significa un impacto especial, estos son algunos de los efectos que tiene dicha acción sobre la economía mexicana:
1) El acceso al crédito global se vuelve más caro: México y sus empresas en general tendrán un acceso más costoso al crédito para los próximos meses,en los mercados mundiales; el costo exigido por prestar dinero a empresas o países que no tienen el llamado grado de calificación es más elevado respecto a los que sí lo tienen. Una pregunta sería ¿porqué o para qué quieren créditos las empresas mexicanas?, la respuesta es sencilla, la forma de financiar proyectos y expansión en muchas empresas para procurar un crecimiento más acelerado es mediante créditos, no hay otra manera para hacerlo. Sin créditos el crecimiento es más lento.
No sabemos en cuánto se vayan a castigar las tasas de interés, pero como señalamos anteriormente, no es lo mismo un país o empresa con grado de inversión, que uno sin el mismo, habrá un mayor costo financiero generalizado en los mercados globales para todo lo que huela a México, en los próximos meses.
2) Menos proyectos de inversión: Lo señalamos en el punto anterior, pero es una causa directa por sí misma. El elevado costo financiero provocará que muchos proyectos se detengan, se redimensionen o de plano se cancelen. La cancelación de proyectos de inversión o su redimensionamiento no hacen otra cosa más que impactar en variables como empleo, efecto multiplicador sobre la economía, etc. Si había una duda de que México crecerá menos que el año pasado, parece que poco a poco el panorama lo deja más que claro,México tendrá un PIB menor este 2019 y quién sabe si el año que sigue también. Una tasa del PIB de 4 por ciento como la ha prometido el gobierno federal se ve lejana por el momento.
3) Periodos de volatilidad financiera: Aunque el peso se ha mantenido relativamente estable en los primeros meses del actual gobierno, es posible que en el futuro inmediato haya periodos de volatilidad como no se han observado en estas semanas. Ciertamente la especulación es un factor presente en los mercados, guste o no. México al perder su grado de inversión, como se empieza a perfilar, será un país con fuertes periodos de volatilidad en sus principales indicadores.
Muchos efectos más se pueden señalar, estos tres que mencionamos serán muy relevantes, pero no los únicos. Mala señal y mal inicio para un gobierno, no queda más que esperar los ajustes que deba hacer para recuperar la confianza de los inversionistas, se quiera o no el país depende mucho de la visión de los inversionistas institucionales globales y estos se fijan en unas cuántas letras emitidas por las agencias calificadoras de valores que dicen qué tan confiable es una nación para invertir en ella.