Las autoridades recomiendan revisar estados de cuenta y, de ser necesario, cambiar contraseñas de servicios bancarios.
Por si los eventos sísmicos del 7 y 19 de septiembre pasados fueran poco, las víctimas deben enfrentarse a otro enemigo: el robo de identidad.
Este delito, que consiste en el robo de información personal y financiera con la finalidad de suplantar la identidad de alguien para obtener beneficios de forma fraudulenta, ha provocado varias alertas en los últimos meses. Incluso México se posiciona en el octavo lugar a nivel mundial en este tipo de fraudes.
En el caso de las víctimas mortales y damnificados del terremoto, que pudieran haber dejado sus hogares con documentos con información sensible, la amenaza es muy particular.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), hasta el momento no se han tenido reportes de suplantación de identidad derivada del sismo más allá de casos similares, como el de la joven que desafortunadamente perdió la vida y cuya tarjeta fue utilizada para hacer varias compras que su banco posteriormente rembolsó a la familia de la víctima.
No obstante, esto podría ser cuestión de tiempo, ya que este delito es silencioso a menos que los usuarios den seguimiento a sus movimientos bancarios.
“Por esta razón es que hacemos el llamado a que las personas revisen sus estados de cuenta y los movimientos durante estos días, para cerciorarse de que no haya cargos que no reconozca”, recomendó Mario Di Costanzo Armenta, presidente de la Condusef.
RASTREE MOVIMIENTOS QUE NO RECONOZCA
Los datos de identidad están constituidos por información personal como nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, números de licencia y seguridad social, números de tarjeta de crédito y cuentas bancarias, nombres de usuario y contraseñas, explica la Condusef.
Si ha perdido el rastro de un documento con datos sensibles o de sus tarjetas de débito o crédito, propias o de alguna víctima del sismo, es importante cerciorarse de que no haya movimientos sospechosos, y para ello hay varias herramientas.
La primera y más clara es acudir con su banco. Sin embargo, si el usuario perdió otros documentos como identificaciones oficiales o sus claves, difícilmente podrá iniciar la consulta o cancelación ante las entidades financieras.
Por ello, la Condusef recomienda que los usuarios en esta situación acudan a cualquiera de sus módulos de atención, ya que se les apoyará en la recuperación de los documentos necesarios para comenzar cualquier consulta o trámite.
Otra herramienta muy útil es consultar su historial crediticio en cualquiera de las dos sociedades de información crediticia que operan en el país: Buró de Crédito y Círculo de Crédito.
Revisar su reporte de crédito especial, como también se conoce a este documento, le permitirá saber si hay personas intentando solicitar préstamos utilizando su identidad, ya que varios prestamistas consultan su historial crediticio antes de otorgar un crédito.
En este documento también puede identificar si hay deudas que no reconozca, y que podrían ser producto de una clonación de su tarjeta, o bien, de un crédito que alguien más solicitó a su nombre.
Tanto Buró de Crédito como Círculo de Crédito, por ley, facilitan a sus usuarios consultar su reporte de crédito especial una vez al año de manera gratuita, y si lo requiere, puede solicitarlo más veces, aunque con un costo.
LA MEJOR HERRAMIENTA ES LA PREVENCIÓN
Para prevenir esta situación, puede ir un paso más allá y optar por dos prácticas: la adecuada eliminación de documentos con información sensible, y prescindir de recibos y estados de cuenta en papel.
En el primer caso, cabe recordar que en la práctica conocida como dumpster diving, hay personas que buscan en la basura restos de estados de cuenta bancarios, recibos o vouchers de tarjetas de crédito, talones de cheques, propagandas y promociones ligadas a tarjetas bancarias.
Por ello, la Condusef exhorta a que antes de tirar a la basura algún documento que tenga información personal o financiera, la destruya por completo y verifique que ningún dato pueda ser extraído.
Asimismo, la dependencia recomienda que cuando acuda a un cajero automático, siempre se lleve los comprobantes de operación, “nunca los deje en los botes de basura que se encuentren en los alrededores”.
Finalmente, varias empresas y entidades financieras se han sumado a la iniciativa de estados de cuenta y recibos sin papel, facilitando a sus clientes la consulta en línea.
Esto, además de cuidar el ambiente, disminuye el riesgo de que alguien extraiga datos sensibles de su correspondencia, por lo que se sugiere que consulte con su banco si puede recibir sus estados de cuenta solamente en línea.
En caso de detectar un robo de identidad, contacte a su banco para revisar si no hay anomalías, y de ser posible, cambie las contraseñas de sus servicios de banca en línea.
Vía El Economista