Una nueva reforma fiscal integral es el encargo para el próximo gobierno federal en México, aunque el gobierno mexicano aún tiene una carta frente a la exigencia de empresarios.
Una nueva reforma fiscal es necesaria para el país. Sin embargo, un cambio estructural en términos fiscales será la tarea pendiente para la administración federal que sea elegida en 2018 y no para el actual gobierno, a pesar de la demanda constante de los empresarios en México.
Aunque hay una carta por poner sobre la mesa. En el actual gobierno aún hay tiempo para hablar sobre estímulos fiscales, pero no de forma necesaria de discutir una nueva propuesta de reforma fiscal.
“Yo creo que no sería una reforma integral, pero sí una que revise la estructura e impuestos indirectos”, explica en entrevista Agustín Vargas, socio líder de Impuestos Corporativos de KPMG México.
El especialista cree que un cambio estructural en materia fiscal es uno de los pendientes para la administración del próximo inquilino en Los Pinos.
Un 64% de los ejecutivos mexicanas considera que una de las formas de elevar la competitividad del país es a través de una reforma fiscal, de acuerdo con las Perspectivas de Alta Dirección en México 2017.
Los ejecutivos en las empresas califican al régimen fiscal en México como regular en un 43%, mientras que 38% lo considera malo, de acuerdo con los datos ofrecidos por KPMG para 2017.
La encuesta de Alta Dirección de KPMG México se puede traducir en una petición para el próximo gobierno federal en el país, ya que los empresarios demandan cambios fiscales, dice Roberto Cabrera, socio líder nacional de Asesoría de KPMG México.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) presentó a inicios de este mes una propuesta de reforma fiscal, que incluye bajar impuestos a las empresas, en busca de fortalecer a la economía y aumentar la inversión en el país.
Nuevos estímulos
No es hora para quedarse cruzados de brazos en términos fiscales. Las empresas mexicanas tienen la oportunidad de hacer negocios a nivel internacional y elevar las inversiones, los estímulos fiscales podrían ser la fórmula para lograrlo.
Los empresarios requieren de estímulos fiscales y deducción inmediata para todas las empresas del país y no solo para algunas firmas por sector.
“Ese tema está en las cámaras empresariales desde 2014, cuando se eliminó la disposición de deducción inmediata para las firmas nacionales”, explica Agustín Vargas.
Los estímulos fiscales permitirían la generación de nuevos empleos e inversiones en el país.
Sin embargo, 86% de las empresas considera que el régimen fiscal en México no promueve la inversión, mientras que el 14% restante considera que sí.
Lo que queda claro es que las firmas en el país consideran que deben existir modificaciones para recaudar más a través de gravámenes indirectos, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Un 75% de los encuestados por la consultora así lo considera.
Los empresarios consideran que la reforma fiscal ha sido la que mayor impacto ha tenido en sus negocios y un 86% lo deja claro para KPMG.
El especialista de KPMG no considera que la reforma fiscal impulsada por la administración federal actual haya sido un elemento que le hubiera restado competitividad al país, puesto que las inversiones no se han frenado en el territorio nacional.
Asimismo, es importante atender el tema de la ampliación de la base de contribuyentes y la estrategia para lograrlo, como es la atracción de microempresarios a la formalidad y la simplificación de la declaración fiscal para personas físicas.
“Yo creo que otras medidas para ampliar la base de contribuyentes debería hablarse, porque es la manera en la que las finanzas públicas equilibra en términos de recaudación”, dice Agustín Vargas.
Las Zonas Económicas Especiales incluyen estímulos fiscales, por lo que es importante atender la estrategia fiscal del gobierno para detonar un nuevo crecimiento económico.
La propuesta
La Coparmex, cuyos agremiados dicen generar el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, lanzó 10 iniciativas entre ellas, igualar los impuestos a las empresas a la tasa vigente en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La tasa del impuesto corporativo de los países de la OCDE es del 24.66% comparado con el 30% de México, más costos de seguridad social y retenciones de dividendos.
Las 10 propuestas que impulsa la Coparmex, buscando a la sociedad civil y a los contribuyentes de todo el país son:
- Deducción plena de prestaciones laborales: Para promover el empleo formal e incentivar la creación de más y mejores empleos para México.
- Mejorar la competitividad del sistema fiscal, homologando la tasa de ISR a la tasa promedio de los países de la OCDE (24.66%): Para impulsar una economía atractiva para la inversión que nos haga más competitivos.
- Acreditamiento de la retención del 10% del ISR por pago de dividendos a personas físicas: Para que dicha retención no sea una carga fiscal mayor a la de cualquier otro contribuyente, y con ello se incentive la inversión y generación de empleos.
- Redistribución y actualización de la tarifa de ISR a las personas físicas: Para quienes obtengan ingresos de hasta 10 mil pesos mensuales, reducirles de manera significativa su ISR, actualizar y reestructurar la tarifa para lograr una progresividad efectiva. Coincidimos en mantener el gravamen máximo del 35% para quienes mayores ingresos tienen.
- Fortalecer la certidumbre en las operaciones internacionales: A través del arbitraje en controversias fiscales internacionales de acuerdo a las recomendaciones de la OCDE y el G20.
- Ampliar la base de contribuyentes, reduciendo de manera gradual los gastos fiscales del IVA, sin afectar a los hogares de menores ingresos: Para asignar eficientemente los recursos, protegiendo de manera especial a los sectores más vulnerables, evitando que sean los hogares de mayor ingreso los que aprovechen en mayor medida los tratamientos preferenciales en el Impuesto al Valor Agregado.
- Mejorar la eficacia de los impuestos especiales: Para alinearlos a las mejores prácticas internacionales, impulsando la competitividad.
- Acotar facultades discrecionales: De las autoridades fiscales para fortalecer una conducta objetiva en las disposiciones fiscales.
- Mejorar la recaudación del impuesto predial: Modernizando los modelos de recaudación para administrar eficientemente la responsabilidad de las autoridades, evitando aumentar tasas.
- Simplificar las disposiciones fiscales: A través de un Comité de Mejores Prácticas Fiscales para eliminar el ajuste inflacionario en ciertos casos, mejorar las deducciones personales de las personas físicas, deducir colegiaturas en nivel superior, mejorar el esquema alternativo de cumplimiento, tener bases homogéneas para impuesto sobre remuneración estatal y evaluar e identificar potenciales mejoras al Régimen de Incorporación Fiscal, dar continuidad a la deducción inmediata, entre otros.
Por ahora, las políticas fiscales en el vecino país del norte también abren la oportunidad de cambios en el país en términos del fisco. “Creo que de fondo es un tema que está ahí, pero también se vuelve urgente por parte de los empresarios mexicanos un cambio fiscal frente a la reforma en la materia que podría realizar Estados Unidos”, dice el socio líder de Impuestos Corporativos de KPMG México.
Vía Alto Nivel