Bitcoin: ¿la moneda millennial es una fantasía o una realidad?

El bitcoin podría ser la evolución a un sistema financiero transparente, pero no podemos dejar de lado los riesgos que implica invertir en una divisa no regulada.

Hace dos años empecé a escuchar sobre el bitcoin, me platicaban y me preguntaban si era bueno, si era real, yo solo me limitaba a decir a que sonaba como algo de locura, especulativo y sin fundamento económico, incluso llegué a pelear con un familiar para decirle que no invirtiera en “basura” con mi discurso de siempre: “no te puedes volver rico de la noche de la mañana y si algo te lo ofrece, no suena normal ni real”.

Hoy sigo manteniendo mis dudas y mi postura sobre la moneda bitcoin, pero también lo veo como una oportunidad de generar rendimiento en el corto plazo.

Nada de esto me había interesado realmente, el conocer a fondo el bitcoin, les soy muy honesto, hasta que no hace más de unos meses platiqué con un buen amigo, Rodrigo Cruz, y al saber su capacidad y su experiencia como Investment Manager dije “no puede estar tan equivocado”. Sus palabras en su característico tono veracruzano fueron: “invierte en Bitcoins, esto es algo disruptivo y antisistémico y llegó para quedarse”.

Y es que no es algo tan fácil de entender, para empezar ¿qué es una moneda bitcoin? En términos generales, es una criptodivisa (es un medio digital de intercambio) y parte de la moda tecnológica del blockchain, o en simples palabras… una moneda o divisa de internet. México tiene el peso mexicano, Estados Unidos tiene el dólar, pues bien, el internet tiene el bitcoin.

Para entender un poco más cómo funciona, el bitcoin es una divisa electrónica descentralizada, que nadie controla y que tampoco existe un banco central en donde se concentra, como el Banco de México, la Fed en Estados Unidos o el BCE en Europa.

Como funciona a través de blockchain, podría ser la evolución a un sistema financiero transparente, pues cada “bloque” registra toda la “cadena” de transacciones que han pasado por este, vaya, es una base de datos que cuenta la historia de por dónde ha pasado la moneda.

El mismo Rodrigo me comenta que fue a un evento en Acapulco llamado Cryptopulco en donde un grupo de especialistas habló del tema, entre los panelistas se encontraba Roger Ver, mejor conocido como ‘Bitcoin Jesus’.

Durante el encuentro se tocaron temas sobre cómo mejorar la seguridad del bitcoin, hasta el surgimiento de otras cryptomonedas cómo el dash, que recientemente acaba de triplicar su valor de capitalización en cuestión de días.

Desde su aparición, en 2009, parecía una broma, pero poco a poco fue ganando valor, basta con decir que en 2013 tenía un precio de 271 pesos mexicanos, y al día de hoy (inicios de mayo) cuesta 31,544 pesos, en la pura oferta y demanda, con variaciones diarias entre 300 a 600 pesos.

La euforia del bitcoin ha sido tal que el mismísimo Agustín Carstens, gobernador de Banxico, no se ha quedado con las ganas y hace poco reconoció que con la moneda virtual “iremos a paso lento, pero seguro”, al referirse que ya se han hecho pequeñas transacciones para familiarizarse sin que se exponga al riesgo.

Meses atrás, en marzo, los hermanos Winklevoss, conocidos por su problema con la creación de Facebook, querían lanzar un ETF (un fondo indexado de inversión) que se guiara a la par del valor del bitcoin.

Este evento iba a marcar un antes y después: sí la SEC (el organismo encargado de regular los mercados financieros en Estados Unidos) autorizaba esto, era la manera de decir: ¡Sí, compremos todos bitcoins! o ¡Se los dije, todo era una burbuja! Y el precio se desplomaría.

Obviamente la SEC no lo autorizó, y todo lo contrario a la creencia del caos del bitcoin, se fortaleció y sigue aumentando su valor. Por las mismas fechas la Agencia de Servicios Financieros de Japón, la FSA, reconoció el uso oficial del bitcoin como método de pago, no como moneda, pero es un avance para consolidar la divisa.

No lo sé, todo apunta en su consolidación, pero me cuesta mucho pensar en su seguridad. Es clave primero una regulación de las ya nuevas conocidas Fintech, encontrar un soporte tecnológico para evitar fraudes, pero, sobre todo, entender verdaderamente cómo funciona, cómo surgen, cómo se crean, cómo se fundamentan, para por fin entender el porqué de su comportamiento.

Como leí por ahí, “si bitcoin no es una moneda y no tiene valor, ¿por qué los precios han subido tanto?”. Lo importante aquí, es que la veo para invertir en el corto plazo, pero muy corto plazo, ya que sus rendimientos son algo interesantes ¿ya dije que en el corto plazo?

Vía Alto Nivel


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