El FMI alerta sobre los factores que podrían desplomar los precios de las viviendas en los próximos años. Te explicamos los detalles de su informe.
El Fondo Monetario Internacional publicó este día un adelanto de su Informe Sobre la Estabilidad Financiera Global, que presentará la semana siguiente en Washington, Estados Unidos, durante su reunión de primavera. Sorpresivamente, el organismo financiero multilateral puso el énfasis en un indicador que aparentemente no tiene que ver con las finanzas globales, pero que sí es determinante para la estabilidad financiera mundial; hace poco más de 10 años estuvo a punto de generarse por dicho factor una recesión económica en el planeta similar a la de los años 20 del siglo pasado, periodo conocido como La Gran Recesión.
El FMI advirtió sobre la posibilidad de un declive en los precios de las viviendas en muchos países desarrollados y emergentes, debido, entre otras cosas, al acelerado incremento de sus precios. Lo anterior es un elemento de incertidumbre global, expuso el FMI; una caída en los precios de las viviendas en muchas partes del mundo podría afectar la estabilidad financiera global justo en un momento delicado por la creciente ralentización (lentitud o menor dinamismo) de la economía.
Para el FMI, tres factores deben vigilarse los próximos meses para evitar alguna sorpresa. A continuación, te explicamos:
1. Sobrevaloración de los precios de las viviendas
Las llamadas “burbujas inmobiliarias”, que detonan el shock posterior. Los precios de las viviendas en muchas partes del mundo, por supuesto, de manera especial en las grandes ciudades, se han disparado con respecto a otras épocas.
La sobrevaloración es un fenómeno que lamentablemente no se detecta a tiempo debido al exacerbado optimismo que se desata en los mercados inmobiliarios alcistas. Es así como la sobrevaloración de los precios de las viviendas genera un boom o burbuja capaz de crecer y crecer, sin que exista una fecha de cese en esta trayectoria. Lamentablemente, así como ningún árbol llega al cielo por más que crezca, tampoco lo hace ninguna burbuja por más inmobiliaria que sea.
2. Crecimiento excesivo del crédito hipotecario
No solamente se trata de un riesgo de crédito, ya complejo de por sí, sino de un riesgo inmobiliario y económico. El FMI advierte que ha detectado un acelerado aumento del crédito hipotecario en algunos países, no señala en cuáles, pero lo considera un factor preocupante porque ante un eventual desplome de los precios de las viviendas se generaría una bola de nieve en los mercados crediticios, que arrasaría con miles o quizás millones de deudores que no solamente mantendrían su deuda original, sino estarían imposibilitados de vender sus propiedades por la enorme pérdida que les significaría.
El aumento excesivo del crédito para adquisición de vivienda es también un signo de que se ha disparado la demanda del producto, sin importar muchas veces su costo, es decir, habría señales de compras inmobiliarias irracionales, el preámbulo de una crisis.
3. Vínculo con canales financieros
Ya lo vimos en 2008 con la crisis subprime; aunque en esencia los precios de las viviendas no son un indicador para la estabilidad financiera mundial, sí existe mucha relación del sector inmobiliario con otros, de manera muy especial con el financiero ya que un amplio porcentaje de las operaciones inmobiliarias en el mundo incluyen al menos una operación financiera. El riesgo de contagio es grande.
Así, el FMI advierte que un posible ajuste negativo en los precios de las viviendas en algunos países, es un elemento de preocupación para la estabilidad financiera global. El Fondo también señala que, en este eventual escenario de precios de viviendas a la baja, la política monetaria nada podría hacer para evitarlo.
Vía Alto Nivel